En un mundo en el que nuestros alumnos se enfrentan a infinidad de elementos que los atraen, que a cada minuto les reclama su atención: internet, televisión, el móvil, etc. nos sentamos y les exigimos que escuchen nuestras explicaciones llenas de datos y de elementos que nosotros tampoco seríamos capaces de escuchar hoy en día si tuviéramos su edad. Recordad vuestra época de estudiantes, cuando érais inquietos, nerviosos, mirabais por la ventana y veíais la pista de baloncesto, el campo de fútbol, el sol...
Pues bien, poneos en su lugar por un instante y a todo eso añadirle: toda la música que ha creado la humanidad,(Spotify), todos los datos que ha ido almacenando el ser humano (Wikipedia), 1.000 millones de vídeos diferentes para ver cada día (Youtube), la posibilidad de escuchar todas las emisoras de radio del mundo, el poder saber de amigos que están en la otra parte del mundo en ese mismo momento (Facebook), hablar y ver a tu amigo Carlitos que se mudó hace 2 meses a Australia con sus padres (Skype), visitar cualquier museo del mundo en alta definición, localizar el pasaje de cualquier libro con sólo teclearlo en un cuadro de texto, recibir cada día las noticias seleccionadas en tu correo, que "alguien" te avise cada vez que tu autor favorito ha escrito en su bitácora, y así un millonario y largo etcétera.
¿Habéis visto el vídeo?, pues ahora pensad si no es cierto que en un mundo lleno de distracciones no estamos intentando que nuestros alumnos vean al oso.
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